martes, 29 de abril de 2008
El sueño equino. Antonio Terán Pando.

"¿En que pensarán los caballos?"
Convertido en un investigador de prestigio, su trabajo más relevante versaba sobre la interpretación de ciertas ondas cerebrales hasta entonces desconocidas-que llamó ondas E, por "equus", caballo-y que se asociaban a las ondas alfa pero en umbrales de voltaje muy inferiores. Estas ondas tenian la peculiaridad de transmitirse en un código alfanumérico, casi una criptografía.
El recio percherón resoplaba bajo los efectos del curare, que le mantenía paralizado de cabeza hacia abajo, mientras el equipo le colocaba los sensores en el cráneo.
Estos sensores, captarían las ondas E y convenientemente tratadas por un programa heurístico, pasarían a un generador de imágenes tridimensionales (TAIF: Tridimensional Algorithmic Info-Images Fountain).
El experimento dió comienzo. En la pantalla comenzaron a aparecer imágenes que aturdieron a los miembros del equipo: eran imágenes de precipicios y seres humanos despeñandose por ellos, de mares y hombres y mujeres copulando en ellos, de aires y torres y de nubes y hombres y mujeres charlando o llorando o comiendo. Brillantes soles y maquinarias usuales, terribles accidentes de automóvil y naves interplanetarias velocísimas. Trenes infinitos y animales variados, incluyendo caballos color escarlata. Estrellas y mujeres jóvenes semidesnudas, bóvedas uterinas, dinero, nieve, jabón, pan, frutas gigantes y paraguas que hablaban.
¿Que pensaban los caballos, mientras quedaban absortos?
Pues pensaban (y piensan) nuestros sueños. En realidad son sus cerebros los responsables de nuestros sueños. Cuando caemos dormidos y nuestras ondas alfa o theta indican que nuestros ojos han de moverse y comenzamos a soñar, realmente es sólo una ilusión más.Sueñan por nosotros los caballos. En cualquier parte del mundo hay miles de caballos que, absortos y con la mirada perdida, son los motores de nuestros sueños. No me pregunten como son capaces de transmitirnos sus pensamientos, es decir, nuestros sueños. No lo se.
El director del proyecto y sus ayudantes tampoco llegaron a saberlo. En un acto irrefelxivo se mataron unos a otros en el laboratorio. El mismo laboratorio donde un recio percherón desarrollaba los sueños de algún o algunos hombres y mujeres lejanos o no, que dormían en ese momento ajenos al milagro y que despertarían henchidos de soberbia.
Yo recuperé los apuntes del equipo y los he mantenido ocultos hasta ahora. Mi hora se acerca y mi rencor hacia la humanidad es tal, que quiero privarla de la ilusión que tanto aprecia, la que más aprecia...la autoría aleatoria de sus sueños.
Sólo pensar la cara de estúpido que hubiese puesto Freud ya vale toda la penuria que he pasado hasta hoy.
Ya sé que después de escupir al cielo, nada cae en los ojos.
domingo, 20 de abril de 2008
"La amenaza de Andrómeda".Robert Wise.

Nunca pensé que aquella película me influyera tanto a lo largo de mi vida.
Basada en la novela del mismo título de Michael Crichton (1969), la trama de terror-ficción ofrecía una visión muy de la época de la vida extraterrestre.
Un satélite artificial cae a tierra en las cercanías de un pueblo pequeño. Antes de ser rescatado, un microorganismo desconocido ataca a los habitantes y mueren a causa de la conversión de su sangre en polvo. Sólo sobreviven un bebé que llora constantemente y un anciano que bebe y tose ferozmente.
La clave está en un virus que muta en cada fase de su crecimiento y que obtiene dicha capacidad de la energía sea cual fuere la forma energética que fuese.
Capaz de migrar, pasa de la sangre a los plásticos como el neopreno.
Confinado en un laboratorio secreto de Nevada (Wildfire), es estudiado por un grupo de científicos. El laboratorio está preparado para, en caso de fuga del virus, autodestruirse mediante una detonación nuclear.
Cuando el organismo comienza a descomponer los sellos plásticos del centro, el mecanismo de detonación comienza su cuenta atrás. Cuando alguien llega a la conclusión de que la radiación sólo le proporcionaría más poder, comienza una carrera contra reloj para detener la explosión.
Sólo una persona es capaz de hacer eso: un miembro del equipo que tiene una llave maestra desactivadora.
Y he aquí una de las razones de mi fascinación por la película: La Hipótesis del hombre Impar.
Entendiendo Impar como alguien que no tiene parangón en comparación con un grupo definido de personas, esta Hipótesis-llamada también del Hombre Libre- concede crédito a un supuesto estudio por el que se sabe que un "soltero, varón" tomaría decisiones más acertadas en relación a situaciones muy difíciles, como la desactivación de una bomba nuclear, frente a una amenaza brutal.
En la película, la biomasa vírica es rociada sobre las nubes en el Pacífico, que al descargar la lluvia la hace caer al mar, donde muere.
En la novela, los contenedores del virus son abiertos y el organismo al no encontrar ninguna fuente de energia, escapa al espacio.
La Hipótesis del Hombre Impar (Odd man Hypothesis), fué algo que yo apliqué en algunas tomas de decisiones importantes durante mi vida de ejecutivo.
Quien me lo iba a decir, mientras me comía mi chocolatina "Crunch"...riquísima, por cierto.
Maravillosa película.
Solo como curiosidad, diré que Robert Wise dirigió otras dos películas fuera de serie:


jueves, 17 de abril de 2008
2ª Lectura de Poesía."La Barriga" Restaurante Gourmet y "El Gato Lector" Librería.
"The Flammarion Woodcut".La muerte de Simón el Mago.

Por suerte o desgracia, ésta imagen se incluye, demasiado a destajo, en muchos textos sobre el gnósticismo, circunastancia que, estoy seguro, nada tiene que ver con la idea primitiva de Flammarion.
Aún así, los gnósticos son una fuente inagotable de estudio, especialmente su misterioso y obscuro fundador, Simón el Mago, personaje que ya ponía nerviosos a los apóstoles viajeros y a los Padres de la Iglesia.

Simón de Gitta, decian que se elevaba por los aires, para contento y estupefacción del emperador Claudio. Pedro y Pablo, un día, al verle, le conminaron a detenerse. Simón, paró en seco y cayó al suelo, donde fué apedreado. En el grabado que traigo aquí se representa este episodio.
"The Flammarion Woodcut"

domingo, 13 de abril de 2008
El obelisco de Cleopatra. Londres.
Tampoco es cosa de presumir.
El disfraz.Antonio Terán Pando.
sábado, 12 de abril de 2008
Salvador Dalí. El Hombre Invisible. Y Claude Rains.


Más difícil es reconocerle en la película de Whale "El Hombre Invisible", basada en la novela homónima de H.G.Wells.
La novela, escrita a mediados de 1800, es un verdadero placer de terror y ciencia.
La invisibilidad-que les voy a contar- es uno de los grandes enigmas y sueños del hombre: eso de poder huir, ver y actuar sin ser visto es algo fabuloso.
La base científica es la refracción cero. Es decir, si nuestro cuerpo adquiriera el ídice de refracción del aire, la retina no podría distinguirlo.
La novela tiene un final atroz, toda vez que la invisibilidad enloquece al sujeto que la goza.
La catársis de todo este planteamiento, es sin duda, el método "paranoico" de Dalí, a través del cual el artista desarrolla su cuadro que traigo aquí. (1930).
Maestro de las metamorfósis, Dalí, crea un ser "para ser averiguado", de refracción cero y que es aprovechado por el artista para componer una panoplia de sus iconos estéticos.
Las columnas, las logias renacentistas, los leones dorados, los caballos y los pedestales, están aqui todos. Y algo maravilloso: el color inimitable de Dalí.
Los colores de su Cadaqués, de Port Lligat, del Mediterraneo milenario.
Nunca faltan los enumeramientos eróticos. Dalí, un verdadero devoto de la felación, siempre oculta ese acto entre esferas y escorzos "grecolatinos" de sus figuras. Esta obra no es un ejemplo patente, pero la succión está ahí.
Un deseo, la invisibilidad, un final de "lesa majestad"-la especie no puede, no debe, ir más alla de los designios de la zarza ardiente-, y una interpretación luminosa.
Para ver el magnífico poster de la película...buscar en la red.
Lei un cuento, hace años, de un científico que construia un ser utilizando formulas matemáticas que imbricadas en soluciones coherentes y sincrónicas,daba con un cuerpo femenino, viviente. Era medio transparente, casi invisible...
El terrible Pigamlión, llevado por la mas obscura de las pasiones, llego a copular con su obra aritmética y como castigo, el ser femenino de números y algoritmos, quedó encinta.
Me estremezco sólo con recordarlo.
Fantômas.

Sólo he visto una pelicula-francesa, para mas INRI- de Phantomas (sic) y aún siendo un personaje que era familiar (en mi casa, mi madre, cuando andaba enredando medio en secreto, me decia que parecia a Fantomas (sic)...) nunca conocí de primera mano al personaje.
La película era pura escoria y salía Phantomas (sic) con una máscara como un calcetín y una capa draculeña que le quedaba como a un Cristo, dos pistolas.
Sólo recuerdo que al final, cuando la policía francesa (¡Les flics!) le tenian acorralado en un aereopuerto, el sinvergüenza, se montaba en un Citrôen Tiburón azulado y daba a un resorte, por el cual y por debajo del chasis, se desplegaban unas alas y salía volando, dejando una estela de humo blanco, más falso que un duro de madera. En descargo, diré que el protagonista era Jean Marais, protagonista de "La Bella y la Bestia" de Cocteau. Y para descrédito dire "aussi" que Louis De Funes interpretaba al inspector Juve.
He de constatar que De Funes, me produce un sindrome de prurito anal difícil de describir.
Triste epílogo para un personaje misterioso y fascinante.
Creado por Pierre Souvestre y Marcel Allain, las novelas de Fantômas se comenzaron a publicar en 1911, acabando la saga en 1913.
En 1925, Allain había enterrado a su socio y se había casado con su viuda, lo que pone de manifiesto que era una mujer de gustos poco dispares, pues bien, Allain, publicó otras nuevas aventuras, que finalizan en 1926.
Posteriormente, hubo reediciones y algunos conatos de resurección.
Fantômas era el Rey del Crimen. Y de los más pavorosos crímenes: en los grandes almacenes substituia los perfumes de los dispensadores por ácido sulfúrico, llenaba un transatlántico con ratas infectadas de alguna enfermedad mortal o colocaba a un desgraciado en la guillotina...pero boca arriba.
Tenía "apaches" por todo París, sus contactos abyectos le informaban de todo lo que ocurria y jamás fué capturado
El Inspector de la Surétè, Juve, le persiguió sin tregua, siendo su Némesis, pero su monomanía, le deparó suspicacias de sus superiores, que a veces dudaron si él mismo no fuera Fantômas.
Mientras, Fantômas, colgaba a un prestamista a modo de badajo, de una enorme campana que al batirse le destrozó, en una lluvia de sangre y gemas, que el prestamista ocultaba en sus ropas.
Jerôme Fandor, un periodista de "Le Capital", era el máximo aliado de Juve en la lucha contra el criminal. Pero como las cosas son como ya he descrito antes, Jerôme era hijo de Fantômas sin él saberlo. Para colmo de males, Fandor se enamora perdidamente de Hélène, una maligna definitiva, que lucía un tatuaje de calavera y que es nada más y nada menos que la hija de Fantômas, aunque ella si lo sabe, no como el lelo de su novio.
En cualquier caso su mutua pasión era incestuosa. Es decir, eramos pocos y parió la abuela.
Fantômas, entretanto, se consolaba con Lady Beltham, su amante, que era la viuda de una de sus víctimas, hecho éste que se parece sospechosamente a la vida real de sus creadores. Apesta.
En fin, ya que eres malo, has de ser malísimo, si no, dedicate a otras cosas más mediocres, como la política o la judicatura.
viernes, 11 de abril de 2008
Maman. Louise Bourgeois.

Pablo Gargallo. Caballito de Circo.
HR Giger.Biomecánicas.


Lo único de Giger es su "organicidad", la simbiosis de máquina y ser humano.
Magnífico Giger.
Makrina (o Macrina), la gata presumida.
Zarpa de Acero.

Mytek "El Poderoso".

Mazinger-Z (Majinga Zetto).

jueves, 10 de abril de 2008
El Gato Chatrán.
domingo, 6 de abril de 2008
Muere Moises, por segunda vez.

sábado, 5 de abril de 2008
El caldo. Antonio Terán Pando.
El olor a col y tocino salado subía como una espiral abyecta, por el hueco de la escalera, inundándolo todo, manchándolo todo.
Aurore Bastiac, joven de 19 años, preparaba un caldo salútifero para su hija de 2 años. Pobres como ratas, madre e hija, eran aún así, un luminoso fanal de esperanza, unas dulces gotas de miel rodeadas por la carcoma, el moho y la decrepitud.
Cuando el aroma alimenticio llegaba alcanzaba el piso número cinco de la finca 45 de la Rue des Vasailles, se producía una aleación olfativa.
El hedor que el cadáver de Ferdinand Rouré producía, después de 10 días muerto, era arrastrado no se si voluntariamente, por el olor pungente del caldo.
Ambos aromas, uno de vida y otro de muerte, se mixturaban, se abrazaban, copulaban y escapaban por entre los cristales rotos de la claraboya que coronaba el techo del inmueble.
Una vez en el aire rojizo del París de entreguerras-y da igual qué dos guerras sean- las moléculas, los miasmas, las atroces partículas de cada aroma, formaban corros raudos que bailaban en las nubes.
El hedor cadavérico y el cálido y cariñoso perfume del caldo amoroso, caian arrastrados por la lluvia veraniega en las costas del Mediterraneo y su contraste, su diferente naturaleza, daba vida a los campos de nardos y de lavandas del Mediodía.
Y asi, el ciclo se cerraba justamente.
Los caldos y las corrientes y la magia probable hizo que el cadáver no fuera localizado hasta 2 o 3 años después, cuando fué hallado seco como un arenque, sujetando aún la pistola que utilizó en su día para suicidarse.
El día del descubrimiento siniestro, los brutales jueces,estaban deshauciando a Aurore y su hija, lanzamiento instado por la casera de aquella pocilga, una antigua cocinera del abate de San Jerôme, al cual narcotizaba con sus guisos y su vulva ponzoñosa, para hurtarle el dinero que él sisaba del cepillo de los pobres.
Cuando por el portal salian los gendarmes arrastrando a la joven madre, otros funcionarios arrastraban a la momia suicida, en una coincidencia alucinante.
La escena onírica la contemplaba boquiabierta una empleada de la florería de Marchette, sujetando en sus brazos un exquisito ramo de nardos y fragantes lavandas.
Lo que aconteció después carece de importancia.