jueves, 15 de noviembre de 2007

Romero de Torres. La piconera.

Los horterones de antaño-ahora metamorfoseados en "entendidos post coitales"- despreciaban a Julio Romero de Torres, interpretando que era como "del sistema".
Aquellos jumentos, que perdían pie del globo terrestre, por mor del meteorismo, deben estar muy nerviosos, toda vez, que resulta que es unos de los grandes protagonistas del segundo y postrer Siglo de Oro de la pintura española, junto con Madrazos, Fortuny, Barbasan,Sorolla y si me apuran el fascinante Anglada Camarasa.
La belleza y el arcano simbolismo de Romero, transpasa cualquier horizonte, ahonda cualquier postura y te hace florecer en maestría.
El brillo de las medias "cristal" de la Piconera es sólo un frugal ejemplo.
Yo conocí a la hermana de Romero, hace muchos años-como corresponde a un anciano como yo- un personaje fascinante que levitaba en su museo con un caracolillo en la frente que dejaba en pelotas a Estrellita Castro.
Hemos perdido a la Fuensanta...y mira si la hemos llevado en el bolsillo.
Bueno...nos quedan obras fabulosas, que debemos visitar.
Que viva Don Julio Romero de Torres, que como era eso, un señor, fue denostado por la algarabía de coderas de cuerete.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y mira por donde,haré un comentario:
Si algo hay que mirar con los ojos tan limpios como una mañana soleada tras una noche de lluvia, éso es la pintura. Te perderás todo aquello que prejuzgues con la mirada...Y es una pena. Cada vez existen menos cosas con las que disfrutar de veras y sin efectos secundarios.y eso es la pintura, como la de Romero de Torres, al que los prejuicios arrinconaron y a los que la historia parece devolver a su lugar.
Un saludo. Jenaro

El Gato Lector dijo...

Que razón tienes, querido amigo. En el fondo nos está bien empleado que la chica del billete de cien pesetas este desde hace 70 años en manos foráneas y lo que seguirá estando, dadas las circunstancias.