sábado, 22 de marzo de 2008

Menina. (O algo parecido). Manolo Valdés.

Yo un día pinché-reventé- en la rotonda de "La Menina" en Alcobendas. ¡Que contrariedad!...
Eran las 3, 12 de la madrugada.
De pronto, paró un fascinante deportivo. Al abrir su ventana, debió olfatear que yo no tenia negocios con él. Y despues de mirarme con asco, se fue.
Pasó una furgoneta, de esas que el estupidario general dice que son como muy comprensivas-o al menos sus conductores- y por su ventanilla sólo pude apreciar una hiena mordedora que pedía dinero.
Un jovencito "tarifú" , cochecito molón, pendientito rabón y pedazo de quinceañera mentirosa, me raspó el aire y me llamó "pringao" mientras la nena me escupia.
Pasó el coche de la basura. Antes de levantar la mano-mi mano- para indicarle la emergencia , un extranjero feroz, me arrojó una lasca de "pizza" seca, mientras se reia a carcajadas con los otros en idiomas que jamás aprenderé.
Un treintañero, con coche de empresa, paró.
Le comente mi problema y después de miarme retador , me dijo que su vida era muy complicada y que para una vez que salía con la Vanessa: " Mira, colega. joer...¿Me entiendes?
Al alejarse, con el típico coche mediocre pero pintón, se le oia decir: "No te jode, con un Prolex que lleva, que se joda..."
Bueno...Como no llevaba teléfono movil, la verdad es que me entregué. Estaba en un sitio más o menos civilizado...y...súbitamente la mole de la "Menina" de Manolo, pareció tomar vida propia, y de forma irredenta se dirigió a mi.
Su corpachón de toneladas se combó ligeramente y sus ojos inexistentes me miraron con una generosidad, para mi desconocida.
Todo adquirió un color diferente, pero sobre todo, recuerdo el aroma...era como de narciso.
La mole, me indicó-y no me pregunten como- una dirección. La seguí. Y en linea recta me encontré con una mujer pelirroja, de mi edad.
Le comenté, entrecortado, mi cuita.
Ella me miró, intensamante y me recomendó deshacer mis pasos.
Eso hice.
Llegué a mi coche. La rueda estaba en prefecto estado.
Estaba cansado, por lo que sin preguntarme mucho más, marché de alli.
Al día siguiente, leyendo la prensa, me llegué a estremecer.
Un financiero de La Moraleja había sido apuñalado por unos delincuentes que viajaban en furgoneta, con la mala suerte que al huir a pie del lugar, un joven borracho atropelló a uno de los criminales, causandole la muerte.
Las autoridades suponen que tanto el conductor como su acompañante-una menor, en busca, huyeron, abandonando el vehículo, en la cabina de un camión de recogida de basura, que a la postre conducía un colega.
Por estas cosas del destino, el camión, colisionó con un BMW. Los dos ocupantes murieron: un ejecutivo de medio pelo y una espléndida joven de 20 años.
Ella , perdió, literalmente la cabeza.
Los supervivientes, habitan ahí, pero ya no son los mismos.
De facto uno de ellos, falleció de cancer de paladar, hace poco.
Yo, llevo años intentando localizar a mi musa de pelo rojo. Paso por la "Menina" y la miro.
No obtengo respuesta.
Yo, soy ahora un pobre enfermo mental que en momentos de extraña y deslumbrante lucidez...recuerdo.
Y son extraordinarios recuerdos, los que tengo.

La espiral de Alberto Durero.

Como todas las espirales, tiene fórmula. En el gráfico que presento la obtención de la fórmula es bastante fácil, gracias a los cuadrados que circunscriben la curva.
La clave es saber en que parte de la espiral estás.
Me encanta que dentro de esa espiral estén todos los que quieren escribir algún comentario, pero, como el Pisuerga pasa por Valladolid...pues la abuela fuma.
Esta es una liberación para los que "quieren, pero nevó en Valencia", poner comentarios.
Me importa un rábano. Quien quiere, hace. Quien no quiere...no hace.
Este espacio es mi placer.
Y allá cada uno...y francamente, cuanto más allá...mejor.

martes, 18 de marzo de 2008

El fabuloso Kappa.

Los Kappa, son homúnculos del tamaño de un niño de 6-7 años, con aspecto de batracio. En su espalda llevan una suerte de concha de tortuga (una "capa", palabra portuguesa que puede haber dado origen a la japonesa) .
El cráneo del Kappa, posee una especie de calva en su parte superior a veces muy convexa, que siempre debe estar llena de água.
Seres misteriosos que habitan las zonas húmedas- rios, lagunas, pantanos- puede que sean el resultado de una reanimación de los fetos muertos que los primitivos japoneses lanzaban a los rios en una especie de barquitos.
El Kappa es un enemigo soberbio: fuerte y decidido, ataca ferozmente especialmente a los niños a los que devora, constituyendo uno de sus más preferidos manjares. Solo los pepinos le gustan más.
El Kappa es un salido. Le encanta observar a las muchachas desnudarse cuando van a bañarse al rio y a veces las ataca con indudables intenciones.
Pero no todo iba a ser malo en el espíritu de nuestro personaje.
El Kappa es extremadamente educado.
Por eso cuando se vea acorralado por uno, reaccione y salúdele con una reverencia. Él corresponderá inmediatamente con otra y ...el agua que alberga la oquedad de su cráneo caerá y el Kappa perderá sus poderes y su fuerza, facto que Usted aprovechará para huir despavorido.
La educación, esa asignatura pendiente en los tiempos que corren, llega a desarmar al más procaz y desabrido. El mensaje es claro...la comprensión del mismo, ya no lo se.

Bodegon con manzanas y albérchigos.. Fede Gallizi.

Ya lo hemos dicho muchas veces: el bodegón es un arte en si mismo, una experiencia sin par en la pintura y también hemos dicho que nos gusta más que "Naturaleza muerta" , "Still life".
Fede Gallizi, conocida por Galizia, firmó el primer bodegón de la pintura italiana, haciendo nacer este arte en la época tardorenacencista.
Hija de un pintor de miniaturas milanés, Fede es primorosa en los detalles, naturalista y cálida.
Nunca contrajo matrimonio...y aún así fue muy feliz; lo cual indica que alguien nos ha estado engañando desde los tiempos de Adán y Eva.
También es sintomático que todas las pintoras hasta ahora tratadas y muchas más que veremos tienen cuadros dedicados al pasaje atroz de Judith y Holofernes.
Decapitar al macho rijoso y abusón es una venganza artística. ¿Es lo mismo cortar la cabeza que cortar el pene? Naturalmente que no, desde el punto de vista anatómico, pero probablemente sí, desde el punto de vista psicológico.
A algún emasculado, como Abelardo, habría que preguntarle-con infinita compasión-si hubiese preferido la muerte a quedar rabón.
A lo mejor nos llevabamos grandes sorpresas.

Minerva vistiendose. Lavinia Fontana.

También hija de pintor-Próspero Fontana, destacado artista de la escuela de Bolonia- Lavinia, paso toda su vida pintando, mientras que su marido, se ocupaba de las labores domésticas.
Me gustan sus colores arrebatados y su elegante clasicismo.
Y me gusta ver a Minerva desnuda sin ser castigado por ello.

Autorretrato. Artemisa Gentileschi.

Esta romana tenebrista-caraviaggista-llegó a regentar el negocio fundado por su padre: un taller de pintura.
Es peculiar el escorzo de si misma, mirando al motivo de su obra.
Pero lo verdaderamente peculiar es la terrible historia de esta pintora.
Su padre, Orazio, pintor toscano, al comprobar el buen hacer de su hija con los pinceles la buscó un preceptor particular, toda vez que la enseñanza de las Bellas Artes sólo era accesible a los varones.
El preceptor y maestro- Agostino Tassi- resultó un ser abyecto, que violó a Artemisa.
El proceso reveló que el tal Tassi, era una alhaja de cuidado, que aparte de violar a la hija, pretendía robar parte de las obras del padre, prometió casarse con Artemisa, pero resultó bígamo, pues estaba ya casado y de paso y como colofón se acostaba con su cuñada, lo que se consideraba incesto.
Artemisa fué sometida a humillantes examenes ginecologicos por los miembros de la Inquisición romana y torturada en aras de comprobar que su historia era cierta.
Agostino Tassi fue declarado culpable y se le condenó a un año de prisión y al exilio de los Estados Pontificios.
Las actas del proceso, por sus vívidos pasajes, son una fuente de primer orden de los procedimientos inquisitoriales.
Y luego dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Para los traidores. Antonio Terán Pando.


Casi sin aliento, Juan Mortifer, llegó a su casa. Un lugar tenebroso, donde junto con restos humanos disecados se apilaban centenares de barajas, mazos de cartas de toda procedencia y estilo.
Recuperó el resuello. Se recostó en un sofá que parecía tener vida propia y bebió orines.

Al cabo de un rato de cavilar, se levantó y recorrió el mínimo pasillo que le separaba de una habitación al fondo de la casa.
Con un llavín de metal refulgente, abrió la puerta pintada de azul turquesa.

Del interior brotó un lamento y de la bruma color chocolate, surgió una mujer desnuda.
Sobrada en carnes, no había perdido sus contornos femeninos y resultaba vagamente atractiva al tiempo que desasosegadora.

Mortifer, la llevó del brazo hasta la estancia principal , extrajo su miembro brutal y la sodomizó contra la pared.

Ella, después de experimentar una repentina hinchazón de su vientre, abrió las piernas y parió un ser que aún sin forma definida, parecía bien dispuesto y altamente agresivo.

No había dado dos pasos con sus zarpas glaucas, cuando Mortifer lo sujetó fuertemente entre sus manos y comenzando por la protuberancia cefálica lo devoró.

Encerró a la mujer de nuevo y abandonó su guarida. A su paso, desaforado, las plantas que la primavera rendía se marchitaban y centenares, quizas miles, de moscas iban en pos de su sórdida pero imponente figura.

Su destino: uno de los pueblos de la zona pantanosa. Su objetivo: difamar. Su recompensa: hálito sexual suficiente para engendrar más y más mentiras, eyaculando en la cloaca de su esclava muda.

Por que Juan Mortifer era sencillamente un sembrador de discordia, un disciplinado y probo traidor.
Un relictico hacedor de hedores.
En el fondo, un necesario vigilante-y verdugo- de las vanidades excesivas y la felicidad pasmosa.

Un guerrero. Un bálsamo. Un héroe.

viernes, 14 de marzo de 2008

Los siete pecados capitales. Otto Dix.

Encuadrado en la "Nueva Objetividad", Dix fué uno de los pintores "degenerados", para los nacionalsocialistas, que le castigaron por ello.
Como feroz simbolista, baste esta obra de 1933.
Algunas puertas se deberían mantener siempre cerradas.
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"No entres ahí" susurró aterrado el Viajero Azul.
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"¿Quien crees que está detrás de la puerta?" preguntó Mandrake, descreido.
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"Las fauces de nuestra pesarosa existencia" sentenció el Viajero y acto seguido cubrió su rostro con las manos para sollozar avergonzado."

Suleika, la maravilla tatuada. Otto Dix.

Dix era alemán y por ello participante de esa capacidad colectiva de todo un pais para surtir al pensamiento humano de recursos constantemente.
Es dificil encontrar un movimiento cultural de los siglos XIX y XX, que no tenga su origen en Alemania.
Filósofos, Artistas plásticos, Matemáticos, Ensayistas, Arquitectos...un aluvión magnífico, un océano de vanguardia.
El Thyssen, alberga estos días una exposición que realmente pivota en la colaboración entre el pintor y el fotógrafo Erfurth. Amén del fabuloso retrato de Erfurth con su perro, se puede uno deleitar con las fotografías de Dix, un individuo con rostro extraido del "Cinema Noir".
Yo voy a traer algunas cosas de Otto Dix, comenzando por la Maravillosa Tatuada, que yo me figuro una daifa cairota que, junto con sus habilidades amatorias, ofrecía el aliciente añadido de navegar sobre su piel decorada.
Pero, realmente, el motivo que me ha animado a traer a Dix es otro.
Al observar la colaboración entre Erfurth y Dix, siento una profunda tristeza. No por ellos, naturalmente, sino por todos los que hemos sentido alguna vez el limo viscoso de la falta de generosidad. Y yo, al fin y al cabo, soy un privilegiado, pues he podido amalgamarme con otros artistas en bonito suspiro común.
Pero también es verdad que otras veces-muchas más-mi esfuerzo por hacer comprender que colaborar en una obra de arte, sea la que fuere, no es una perdida de personalidad ni de protagonismo, que la inspiración es un bálsamo extendible a más de dos manos.
En estos cinco últimos años, he visto muchos horizontes, muchas playas y muchos ahorcados.
Los árboles de donde penden ciertos cadáveres jamás producen frutos.
Su visión me produce un horrendo estremecimiento.


jueves, 13 de marzo de 2008

La fractura mullida. Desnudo. Tamara de Lempika.


Es todo el brillo y toda la sombra.
Es pura estética. Pinturas escepticas, como si no fueran con el espectador, pinturas sintéticas.
A veces los ojos entornados o de mirada soberbia.
A veces parece que representan seres humanos.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Una conversación y una foto atroz.

Ayer por la tarde, mi amigo Carlitos y yo, disfrutamos de una enloquecida conversación acerca de conspicuos personajes de comic (Little Nemo, Namor, Steel Claw, Mytek El Poderoso...) y por pura lógica esos limos nos llevaron a los lodos de las series de TV (o filmlets).
Disfrutamos como lombrices y demostramos a una muchachada de mirones bienintencionados, que aún no padecemos Alzheimer.
Naturalmente, a relucir salió Fess Parker, aquel gigante bonachón, con su gorro de piel de mapache, Robert Stack y su rostro imperturbable, el marinero Kowalsky...ubicuo en el "Seaview" , sumergible atómico de Irving Allen.
Y , como no, allí estaba El Virginiano (James Drury) y El hombre del rifle (The Rifleman)
Algún cachondo-que siempre los hay- encontró en su momento la revista "ut-supra", que expele una peste fálica de aupa. Yo, hombre probo, estoy seguro que quien hizo la foto de los dos protagonistas de la serie, jamás penso que parecia lo que parece: el hombre del rifle con una tranca (que no tronco, aunque tambien) que necesita de su compañero para sujetarla, tal es su magnitud.
Las connotaciones son repugnantes y hasta la cara del protagonista es como la del mismisimo demonio, cuando muy probablemente sólo fuera una mueca cariñosa.
En fin, que quieren que les diga...Oh, tempora! Oh, mores!

martes, 11 de marzo de 2008

Sofonisba, Josefa...Mujeres pintoras en épocas dispares...y dificiles.




Desde Óbidos a la Corte Católica. De la Serenísima a la Nueva Babilonia.
Extraordinarias artistas, en lucha.
Grandes figuras paternas de mente avanzadísima.
Es difícil encontrar una expresión más fantástica que la de la niña que observa el juego de ajedrez o más asqueada, la de Susana.
El "still life" de la portuguesa, rodeando al "Menino Santo" no tiene precio.
Mujeres fascinantes a las que iré rindiendo homenaje, merecido y cálido.
Después, dejaremos espacio para las musas, desde la Poitiers a Dora Maar.
Mismo valor.