Es inmensa.
Maestro dibujante (renacentista, como le nomina Rey de Sola), combina humor con aromas simbolistas y estructuras industrales. Dulce y onírico.
En la obra "Historias de bichos" de Enrique Laborde (1960), fué donde yo descubrí a Goñi.
La fortuna hizo que Laborde fuese amigo de mi padre y el volúmen llegó a mi casa dedicado por el autor a él.
Desde entonces Goñi ha pervivido en mi cabeza, sobrevolándolo todo:
"Yo tenía un cigarrón
atado por una pata
y el picaro se escapó
porque quería corbata,
y un traje de pantalón"
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