Construí un edificio
de conchas y de sal
pensando en habitarlo
algún día, al final.
Lustroso y cristalino
asomado al Océano
con sus balcones grandes
todos abiertos.
Solo, me acomodé en él
y solo lloraba, solo
cuando ya nada tenía
perdido todo.
Y con mi llanto se deshizo
mi casita de conchas
mi edificio de sal
mi edificio.
4 comentarios:
Me gusta las dos cosas, la imagen y la poesía, mucho...
Eso es lo que tiene el llanto, que alivia, y el sufrimiento acaba con el sueño que lloramos.
Es mejor no tener un futuro soñado. El es imprevisible siempre.
Cuando a uno no le queda casi nada, y se dedica a llorar lo perdido, sí, acaba perdiendo lo que tiene tan cercano y no lo ve.
El gato es especialmente bello.
¡Joe, con los lametones de Thora!...Si la que quiero que me de lametones es...Bueno, me voy a callar, que luego dicen que soy un individuo procaz.
"Linguorum humedorum canis
ex entrepiernam mulieribus
famosisimus excitationis est"
Dijo un poeta latino casi desconocido.
si si muy bonito, pero vamos que es precioso deber dinero, dar un pagare y no tener fondos, eso si que es bonito
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