viernes, 18 de enero de 2008

Asi son las cosas.






La proporción es la clave.



Solo los tontos no se dan cuenta.



Como en otros órdenes de la vida, la apreciación final, no tiene más valor que la inteligencia-la sabiduria- de lo que transcurre.






Así como lo que es fenomenología, tiene un valor limitado, asi las apreciaciones del vulgo se convierten en iconos.


Deberíamos leer Macbeth.


Pero leerlo muy lentamente.


Gran ejemplo fallido. Abolafia se tapa lo que realmente debería tener al aire.

Pero es un avance.


La imagen que es consecuente.

No, no hay que leer Macbeth, hay que leer a Cocteau.

¿Quien roba un lienzo de un coño?

¿Quien roba un lienzo de una polla?

¿Quien roba?

¿Que coño?

¿Que polla?


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