miércoles, 2 de enero de 2008

Gustavo Doré. Andrómeda.

No puedo evitar traer siempre este óleo de Gustavo Doré, que creo representa todo el sentimiento romántico.
Para muchos como yo que hemos conocido a Doré como grabador, este cuadro es realmente un impacto visual y estético de primer orden.
El movimiento romántico, que dió enormes frutos pictóricos y no menos fascinantes hallazgos
literarios, me parece ubicuo o mejor dicho atemporal.
La búsqueda del sentimiento, su hallazgo y su preponderancia sobre todo otro acto del pensamiento es un ejercicio al cual no deberiamos ser reluctantes sino todo lo contrario.
No se si es sano, bajo la luz difusa de la "psicología autoimpulsada" de comienzos de siglo, pero si estoy seguro que es un hito necesario en el devenir de la formación estética a la que se ha de entregar sin descanso el ser humano.

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