Antoine Caron es un manierista de la Escuela de Fontainebleau. Patrocinada por los Angulema, esta escuela artística es de tendencia italianizante: mitología, dinamismo, color...Caron -de quién quedan muy pocas obras - es un precioso ejemplo de fondos alegóricos (en lenguaje mitológico) y gran creador de arquitecturas fantásticas, muchas de ellas inspiradas en las ruinas romanas. Un claro ejemplo del Renacimiento.
Caron no pudo sustraerse a plasmar el mítico encuentro de Augusto con la Sibila etrusca, a la que pregunta si sería adorado como un dios. Es un motivo recurrente entre los artistas católicos.
Las Sibilas eran mujeres proféticas (del griego sibylla, profetisa) que eran conocidas mucho antes de la cultura griega, probablemente prestadas de culturas pre-indoeuropeas y con orígenes ctónicos, relacionados con la Diosa-Madre.
Lactancio es el autor que identifica a la Sibila de Tibur (o Tiburtina) como la interlocutora de Augusto. Además cabe resaltar el interés de la apologética cristiana en ésta Sibila, toda vez que se le atribuye una profecía apocalíptica que relata como un último Emperador, llamado Constans, acabaría con el mal y convertiría a los Judios. Después de una época de bonanza, este emperador renunciaría al poder y entregaría la corona a Dios. Este hecho daría pie al Anticristo, que haría su venida al Mundo.
Ippolito D'Este, levantó la imponente Villa D'Este en Tivoli, la antigua Tibur. Aparte de los jardines escalonados, regados por un ingenioso sistema de sifones y azudes, las salas del palacio están decoradas con pasajes de la vida de la Sibila Tiburtina, como la profetisa que anunció a los paganos, la venida de Cristo.
Las Sibilas son de esos escasos protagonistas que la Iglesia tradicional renacentista respetó, entre el miedo y el misterio. Esto pone de manifiesto la persistencia en el imaginario humano de tales personajes, de origen antiquísimo. Incluso los Papas más ultramontanos, respetaron a las Sibilas pintadas por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, mientras ponían bragas a Jesucristo.
En nuestra pintura, llama muchísimo la atención, los elementos arquitectónicos. Parterres y baldaquinos, balaustradas, suelos en perfecta fuga... Y personajes muy variados que observan, deambulan, comentan...hasta un hombre de raza negra que juega con un mono, pone el detalle exótico. Las esculturas doradas, sobre columnas de todos los estilos, incluido el bello "salomónico" de fuste espiralado, caballeros ecuestres en la distancia...
No es de extrañar que los surrealistas admiraran profundamente a estos autores, pues es innegable el "ambiente onírico" que estas obras transmiten con fuerza.
6 comentarios:
nunca había relacionado ambos "ambientes oníricos", y tienes razón... me acabas de abrir otra puerta... si es que contigo aprendo... muackkk
No, Claraboya. Yo sólo te recuerdo lo que siempre estuvo ahí. Yo nada descubro, nada hago "ex novo"...Todo estuvo y está en la mente de los lectores. Naturalmente, te agradezco tu deferencia, que, considero como ha de ser.
Nadie está en situación de aprender de mi. Mi vida se acaba, esa es la realidad, por tanto, la inmediatez de las cosas, consumen el tiempo que me ha sido dado.
Pero soy agradecido...por que soy bien nacido, y en esa situación te honro por tu comentario, a todas luces excesivo.
Cuando eleves tu ser como un vapor, solo ten un somero recuerdo de éste Gato.
Permíteme discrepar de lo que dices sobre el aprendizaje; y no, no excesivo mi comentario que se limitó a decirte como lo siento.
Tu vida, como la de todos, se va acabando desde el mismo momento en que nacemos, es lo único cierto que tenemos en ella.
Besos
De ahí que Augusto, al conocer la profecía de que iba a morir en Hispania a causa de un rayo, se largase rápidamente.
A mi a veces se me aparece Chuck Norris...y también salgo zumbando.
Hola a todos,
me llamo Enrique y me dedico a la producción de eventos culturales en Mallorca. Os pongo este mensaje, por que me han solicitado la Sibylla de Tibur de Antoine Caron para una exposición, y no encuentro en qué museo tienen la pieza original para enviarles una solicitud de reproducción. Alguno de vosotros sabe dónde se encuentra esta obra? Gracias por adelantado. Un saludo.
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