martes, 13 de mayo de 2008

Harmanszoon.Loro gigante de Madagascar. (Biblioteca de Utrech)

Pues si. El loro gigante (Lophopsittacus mauritianus) existe, o mejor dicho existió, pues ya está extinto.
Ciertas historias que parecían dudosas en su época, ya pueden ser confirmadas.Recuerdo someramente la de los exploradores que penetran en una casa donde caen víctimas de un loro gigante carnívoro (y de su dueño, ogro brutal...o al menos su brazo brutal) o aquella, relatada por por marinos desertores, de un barco comandado por un loro enorme, que sobre su hombro lucía un pequeño pirata.
Los sueños son premonitorios como el del pobre Capitán Haddock: desnudo, sentado en el patio de butacas de un teatro, observado sin pudor por el resto del público, transformados en loros.
En el escenario, también le observa, airada, Bianca Castafiore, transmutada en loro.
Los loros en realidad son gigantes por que viven muchísimo. Es decir, su longevidad les hace gigantescos frente a la Parca...y frente a nosotros que fallecemos mucho antes.
Familias enteras se han extinguido, mientras que el loro mascota ha sobrevivido a todos. No es de extrañar que, llevados por una ira irrefrenable, algunos descendientes, dieran muerte al pájaro mientras reclamaban justicia, entre grandes risotadas.
Cuentan, también, que un portugués residente en Viena, y practicante de diversas mancias, construyó un loro de hoja de lata, de gran porte y aspecto terrorífico.
Después de diversos encantamientos, Da Silva Andrade (que así parece ser que se llamaba el mago) logró que el autómata hablara y se desplazara más o menos torpemente.
Al cabo de un año, nunca más se supo ni del mago ni de la criatura.
La casa donde vivian está abandonada. Los murmullos que provienen del interior, no invitan a visitarla. Curiosamente, los talleres mecánicos y las estaciones de servicio de la zona, son victimas de constantes expolios de aceites lubricantes.
El loro de mi cuñado, volaba a media altura por toda la casa causando el desconcierto. Luego aterrizaba en un sofá y pedía potaje de Semana Santa. Si intentabas capturarle, batía las alas ferozmente, imitaba la voz de una doncella a punto de ser forzada y lanzaba unos fortísimos gañafones.
Cuando un día mi cuñado me invitó a cenar "Delicias de ave a la Colbert", sólo sonreí y guardé silencio.

3 comentarios:

makrina dijo...

Esas gotitas que caen de esos morretes tan perfectamente bellos y de esos dientes tan armoniosamente alineados es la mala baba?, digo yo,,,,,,, o suben del espectro?.hayyyyyyyyyy, estos intelectales, que difícil me lo ponen.

Makrina

makrina dijo...

Y digo yo: Por qué me sale esto en el tema de los loros???????????

Makrina

El Gato Lector dijo...

jajaja ¡Hola Makrina! Me alegra verte por aquí. No, no es mala baba, es babita churretosa del espectro benigno.

Sale "donde los loros", por que los "banner" no tienen espacio de comentario.

Un beso.